Seppuku

En época de paz los samurais, tras largos años de batalla decapitando rivales con sus espadas, se quedaban sin trabajo y para mantener su dignidad muchas veces se veían abocados a practicarse el seppuku o hara-kiri, suicidio ritual consistente en destriparse con su espada. En ocasiones, para ejecutar el seppuku acudían a las propiedades de algún señor feudal, para que éste y sus sirvientes le honraran contemplando el rito.

En la excelente película “Seppuku”, de Masaki Kobayashi, se cuenta una apasionante historia relacionada con este tema. Se ve que los señores feudales solían intentar disuadir a los samurais de practicarse el hara-kiri dándoles unas monedas, hecho que fue aprovechado por muchos pobres que se hacían pasar por expertos guerreros sólo para conseguir dinero. Pero esto tenía el riesgo, claro está, de que el señor feudal decidiese dejarles practicarse el hara-kiri.

Un samurai que durante los últimos tres años y medio se ha hartado de cortar cabezas con su katana, manifestó ayer estar dispuesto a practicarse el seppuku. ¿Será un suicidio real o ficticio? Cuidado, samurai, porque si tu verdadera intención no es destriparte puedes acabar siendo obligado a hacerlo.