miércoles, 14 de noviembre de 2007

Little Einsteins

Little Einsteins es una serie de animación para niños que a mi sobrino de tres años le encanta. Consiste en las aventuras de cuatro niños junto con su nave espacial. Tiene varias particularidades, como pedir la ayuda de los espectadores para, por ejemplo, ayudar a que despegue la nave, dando palmas, alzando los brazos y gritando “¡Despegue!”. Además una melodía de música clásica se repite una y otra vez en cada capítulo. También se muestran obras pictóricas y se explican costumbres de algunos pueblos.

A mi sobrino también le gustan mucho “Los Lunnis” o “El conciertazo”. Aunque bueno, este último programa casi me gusta más a mí que a él.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Joder, con el Little Einstein... A mi sobrina de 2 años le encanta y se pasa horas embobada... A mi solo me molan los guiñoles que salen como hechos con calcetines :-DDDDDDDDD
Lo de los lunnis no lo entenderé nunca. Mira que son feos esas réplicas de barrio Sésamo. Donde esté Epi, Blas, Oscar, Triki, Coco, el conde Drako, la rana Gustavo etc... que se quiten esos muñecos de lana exagerada y con expresión limitada.
Del conciertazo, sí estoy contigo. Lo suelo ver ya empezado cuando coincido me levanto los sábados y mi padre siempre lo pone. Un 10 al presentador; trata a los niños como lo que son, con las gracias justas y sin tratarles como "tontos". Sólo hay que ver sómo acaban disfrutando los chavales escuchando música clásica...
Cómprale a tu sobrina (si no lo has hecho ya) "Pedro y el Lobo" de Sergei Prokofiev. En mi casa desde nanos siempre nos han educado a escuchar música clásica y recuerdo con verdadera emoción cuando nos sentabamos con mi padre a escuchar esta obra y a reconocer los distintos instrumentos: el clarinete era el gato, el trompon el lobo, etc... y lograba entender perfectamente la historia de Pedro y el Lobo. :´-)
De libros era otra cosa; mi madre nos obligó a leer "El libro de las Tierras virgenes" de Rudyard Klipling (impresionante libro)frente a la opción de mi padre que era "El ser y la nada" de Jean Paul Sartre. Menos mal que ahí mi madre se salió con la suya, me temo... :-DDDDDDDDDDD
Joer, soy un puto charlas como tu padre. Malas compañías. :-PPP

Anónimo dijo...

a tu sobrino, perdón. Cosas que pasan por de ser tío sólo de féminas... :-)))

Miguel dijo...

El hecho de que nos pongamos a hablar de lo que ven/escuchan nuestros sobrinos es un síntoma de que nos vamos haciendo mayores, tío :-D Tomo nota de la de Prokofiev, gracias.