jueves, 8 de noviembre de 2007

Educación en casa

La Constitución española reconoce la enseñanza básica como obligatoria pero no indica cómo debe llevarse a cabo. Es por eso que hay padres que prefieren no llevar a sus hijos al colegio y encargarse ellos mismos de su educación.

La enseñanza primera y secundaria puede resultar ciertamente frustrante para muchos alumnos. En las aulas se sigue el ritmo de aprendizaje de los alumnos más limitados, lo que provoca una uniformización de conocimientos “por abajo” y supone una pérdida de tiempo de los niños más avanzados, que podrían aprender lo mismo en menos años de escolarización. La educación en casa también puede ser una alternativa para niños que en el colegio sufren acoso o malos tratos.

Con la educación individualizada se puede conseguir orientar mejor al alumno hacia las actividades y los conocimientos por los que muestra más interés o ejecuta con más habilidad. Así el papel del progenitor sería más de asesor que de profesor, enseñando al niño a ser autodidacta, a tomar decisiones por sí mismo y a ser responsable en su libertad.

Para llevar a cabo eficazmente este tipo de educación es fundamental la dedicación del padre o profesor particular. Son muchas horas las que deben pasar con el niño, y es por ello que la educación en casa no está al alcance de todo el mundo. Un efecto extra que se consigue con ello es un mayor conocimiento entre padres e hijos.

Un problema en este sistema es el posterior paso a la enseñanza reglada, en caso de desearla. Si un joven quiere estudiar en la Universidad puede obtener el título de Secundaria a los 18 años, luego cursar los dos años de Bachillerato y empezar una carrera como pronto a los 20 años. Algunos detractores señalan, además, que un niño en la escuela aprende a relacionarse y convivir con el resto, y que un niño aislado en casa puede tener problemas de sociabilidad.

Al final, no deja de ser una decisión personal en que se deben tener en cuenta las circunstancias particulares, pero lo que queda claro es que es una opción interesante.

2 comentarios:

H. dijo...

Interesante artículo Miguel, (y también me ha parecido curioso el nombre de tu blog "Murciélagos" ¿por qué le has puesto ese nombre?)se me ocurren varias preguntas al hilo de lo escrito ¿tienes hijos?, ¿has puesto en práctica este sistema o lo pondrías en práctica?. Me parece una enorme tarea enseñar a tu propia prole, y además una idea muy idílica (también apetecible), pero en los tiempos que corren, con los dos padres trabajando y en gran parte de los casos, poca o ninguna ayuda familiar; también poco práctica. Supongo, que en un mundo mejor, dónde tuvieramos nuestra vida resuelta de tal forma que no tuvieramos que trabajar 8 o 9 horas al día, para mantener a la familia; enseñar a nuestros hijos o implicarnos más en su enseñanza sería fácil y hasta incuestionable. No quiero decir con esto, que me parezca irrealizable, sólo que no está al alcance de todo el mundo. Lo que sí podemos hacer todos, es guiar a nuestros hijos, estar con ellos y brindarles nuestro apoyo, cariño y conocimientos y aconsejar en la medida de lo posible, para que crezcan tanto por fuera como por dentro y no, esperar que sean los maestros los que enseñen a nuestros hijos los pilares de nuestra sociedad, empezando por la buena educación y el respeto, "lecciones" que se deberían llevar aprendidas de casa al colegio.
Te seguiré leyendo y ya nos veremos por el grupo de news, si quieres visitar mi blog la dirección es http://hturonline.blogspot.com/
Saludos H.

Miguel dijo...

Gracias por el comentario, htur.on.

Lo de “rats penats” es por mi valencianismo, el VCF es el equipo-murciélago. No, no tengo hijos y en caso de tenerlos tampoco tendría tiempo para poder educarlos yo sólo por mi cuenta. Pero en el utópico caso de que pudiera, es algo que me encantaría.

P.S. Me he añadido a “favoritos” tu blog :-)